Preparemos a nuestros hijos para que no tengan miedo al dentista

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“Los niños no nacen sintiendo miedo al dentista, sino que lo adquieren”

El origen de sus temores puede ser controlado por los padres teniendo en cuenta ciertas recomendaciones:

  • Llevar al pequeño al dentista desde que le salen los primeros dientes, de esta forma se familiarizará con el ambiente del consultorio dental.
  • Las visitas deben ser periódicas, cada seis meses, de tal manera que se realice un tratamiento preventivo y evitar curaciones, que son lo que más temen los niños.
  • No haga comentarios desagradables de su experiencia delante de sus hijos.
  • Cuando usted tenga que ser atendido en una sesión corta, lleve a su hijo para que le acompañe, podrá ver que usted no se asusta ni se queja y comprobará por él mismo que no se trata de algo malo.
  • Debe explicarle que es lo que se le va a hacer pero utilice siempre un lenguaje sencillo, evitando decir palabras que produzcan temor, cambiándolas por otras menos traumáticas. Por ejemplo: “agua dormilona” en lugar de anestesia, “molestia” en lugar de dolor, “pellizco” en lugar de pinchazo, etc. El día de la cita y durante la misma debe transmitirle seguridad y confianza en todo momento, pues el miedo y la preocupación de los padres se transmite a los niños provocándoles intranquilidad y angustia.
  • En ningún momento utilizaremos la visita al dentista como castigo  o amenaza.

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