La boca es una de las partes del cuerpo donde aparecen los primeros síntomas de diversas enfermedades, así como la causa de otras tantas. Por este motivo, es fundamental darle la importancia que se merece a la prevención y cuidado bucodental, siguiendo unas rutinas constantes basadas en tres puntos clave: Higiene oral, revisiones periódicas y buenos hábitos de alimentación.
1) Higiene oral: El cuidado de nuestros dientes y encías pasa, en primer lugar, por un buen cepillado después de cada comida e innegociablemente, antes de irse a dormir. Para una correcta limpieza, se aconseja que el cepillado dure al menos dos minutos, y se acompañe del hilo dental.
2) Revisiones periódicas con tu dentista: Se recomienda visitar al dentista al menos dos veces al año. Es la mejor manera de prevenir problemas futuros y detectar los actuales, contribuyendo a un tratamiento menos traumático del que se realizaría si no se diagnostica a tiempo.
3) Correcta hidratación y alimentación: Es fundamental beber mucha agua y mantener una alimentación saludable y variada, donde predominen el calcio, el fósforo y las vitaminas A, B y D, que encontrarás en los lácteos, frutas y verduras, entre otros productos.
Seguramente te estarás preguntando por el resultado de interiorizar estas claves. Para empezar, tendrás una menor propensión a desarrollar problemas orales comunes como las caries, mal aliento, sarro o gingivitis. Y por supuesto, lucirás una sonrisa mucho más bonita.
¿Qué te ha parecido nuestro post? ¿No crees que prevenir es una buena inversión? ¡Pon en práctica nuestros consejos y ganarás en salud! 😉
¡Feliz semana!